El rincon del pensamiento lógico

El rincon del pensamiento lógico
Aprender a pensar, aprender a relacionar, aprender a aprender.

viernes, 17 de julio de 2015

Cálculo mental Vs Cálculo escrito

Cálculo mental Vs Cálculo escrito
Rubén Yebra Gómez, Julio 2015.

Desde hace mucho, mucho tiempo, escuchamos y leemos en los boletines de notas de nuestros hijos, vecinos y alumnos, ítems diferentes que forman parte de los aspectos que se evalúan en la asignatura de matemáticas. Estos son: el cálculo mental y el cálculo escrito. Dos ítems bien diferenciados.
Carlitos, que es un niño muy cariñoso, aunque algo revoltoso en clase, siempre obtiene buenas calificaciones en el aspecto del cálculo mental, pero luego baja mucho su nota en el del cálculo escrito.
Sus padres están muy preocupados, ya que el cálculo que realiza en los ejercicios es el que hace que sus calificaciones bajen en gran medida. Sus padres se plantean que el niño tiene un “gran problema” con las matemáticas y que cuando lleguen los niveles altos de primaria, suspenderá si no cambia esta situación.

Mi pregunta es la siguiente: ¿Cual es la diferencia entre el cálculo mental y el escrito?
De verás espero que alguien en alguien en algún momento me explique esta diferencia, ya que no consigo verla. Si Carlitos es capaz de calcular mentalmente, ¿cual es el motivo de que no lo consiga por medio de la escritura? 
Desde mi punto de vista el calculo es cálculo, sea mental (en cuyo caso sólo podemos evaluar el resultado y de ninguna manera el proceso, por lo que nos perdemos lo más importante del “juego”), sea con papel y lápiz, o con la calculadora (si, calculadora; ese “coco” prohibido durante años, que es más que útil para el desarrollo del cálculo, pero que hemos visto desde la distancia durante tanto tiempo).
La gran labor será descubrir cual es el motivo por el que Carlitos falla a la hora de transcribir u ordenar en papel el cálculo que de forma correcta realiza de forma libre en su cabeza. Quizá debemos prestar atención a los procesos evaluativos que utilizamos( tema aparte que veremos en otros post, ya que tienen mucha miga…).
Quizá estemos atemorizando a los alumnos, obligándoles a seguir unos caminos, unos procesos que no son los suyos, lógicos al 100%, en pro de utilizar de forma única los nuestros. Obligamos a Carlitos a ser un mago, un mutante de cómic con poderes sobrehumanos, por los que a partir de premisas que nosotros decidimos son las justas y necesarias, debe averiguar lo que en nuestra cabeza aparece como proceso único o resultado único (como sucede en la resolución de problemas).
Creo que nuestra labor como docentes, debe comenzar por respetar al alumno y su forma única y diferente de pensar, de soñar, de crear y de proceder. Desde ese momento descubrir los procesos cuyo final es válido (que no será uno, sino muchos) y darle la libertad de usarlo. Carlitos podrá utilizar aquel procedimiento que le haga ser él, con el que se sienta cómodo, hábil y sobre todo feliz. El niño ya lo hace en su cabeza, pero a la hora de transcribirlo ve coartada esa libertad y alegría de realizar aquello con lo que se siente feliz.
Es por ello que creo que ningún niño debería tener problemas en el aprendizaje de la matemática, si bien cada persona tenemos una capacidad diferente, pero como dice el profesor J. A. Fernández Bravo “todos tenemos la necesidad de aprender la matemática”.
Se abren muchos aspectos para escribir, leer, pensar y discutir, pero siempre teniendo como objetivo único la mejora de la acción didáctica, respetuosa, cariñosa, agradable de la matemática. 
Querido amigo, busca ante todo calcular tú, 
que calculen ellos, 
pero ante todo, que sea útil, eficaz y … divertido.


2015, Julio

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